El gobernador de Mississipi (sur de EEUU) ha firmado una ley que permite a los propietarios de comercios y a los funcionarios públicos no atender a las parejas gays y lesbianas en base a sus creencias religiosas, lo que ha desencadenado críticas por parte de la comunidad LGBT. El gobernador republicano, Phil Bryant, explicó en un comunicado que firmó la ley para "proteger las creencias religiosas y las convicciones morales de individuos, organizaciones y asociaciones privadas de acciones discriminatorias por parte del gobierno estatal (...)".