"La cifra es alarmante: en menos de cuatro horas en una discoteca de Sao Paulo, las tres voluntarias fueron tocadas sin consentimiento por todo tipo de desconocidos hasta 157 veces, es decir, más de 40 veces por hora. Para medirlo, el equipo de investigación utilizó un vestido inteligente provisto de sensores que registraba cada tocamiento y enviaba la información a una unidad de control a través de tecnología wifi. Mientras tanto, varias cámaras del local grababan cómo los hombres agarraban y manoseaban a las tres mujeres"