"Yo no voy a ir contra nadie. Voy a desenmascarar a todos". José Manuel Villarejo, recién salido de prisión, tenía ganas de hablar. Quizá por eso el viejo comisario, a punto de cumplir 70 años, dedicó 15 minutos para dar respuestas a la prensa que se congregaba a las puertas de la Audiencia Nacional. Era la primera vez que Villarejo acudía por su propio pie a declarar por alguna de las 30 piezas que hay abiertas en el marco del caso Tándem. Llegó con su abogado, sujetando un cuaderno de color verde y salió dos horas y media después.