Su propia página de Facebook le anunciaba como entrenador y cuidador de perros Jack Terrier para la caza, una actividad clandestina que hasta el padre del joven procesado reconoció a un Guardia Civil del Seprona y en la que se ayudaría de un tejón, animal silvestre y, por tanto, protegido por Ley. El circuito de madrigueras y trampas hallado en la finca, en Vidayanes, en el que el acusado, un joven cazador, introduciría al animal salvaje para soltar a los perros y enseñarles a cazar, encajaría en esa práctica