Pasan sin dejar huella, pero en el sentido literal del término. Cada año 5,5 millones de bebés nacer y mueren sin llegar a ser registrados, mientras que uno de cada tres recién nacidos ni siquiera tienen certificado de nacimiento a la edad de un año. Este fenómeno no es exclusivo de los países pobres. En los ricos también se da, pero solo en un subgrupo concreto: el de los que nacen muy prematuros y fallecen y los que nacer muertos.