Toyota, patrocinador de los Juegos Olímpicos de Tokio, no emitirá anuncios de televisión relacionados con el evento y tampoco asistirá a la ceremonia de apertura por el escaso apoyo popular a éste, ya que dos tercios de los japoneses dudan de una celebración segura durante la pandemia de Covid-19.Unas 60 empresas japonesas que han pagado más de 3,000 millones de dólares por los derechos de patrocinio se enfrentan ahora al dilema de vincular o no sus marcas a un evento que hasta ahora no ha conseguido un fuerte respaldo popular.