En Nature han confirmado que la investigación fue ejecutada por un grupo de científicos chinos dirigidos por Junjie Huang, investigador de la Universidad Sun Yat-sen en Guangzhou, quién aclaró que en realidad no utilizaron fetos humanos "viables", sino que usaron como material de experimento a una serie de embriones obtenidos de varias clínicas fertibilidad, quienes determinaron previamente que dichas muestras eran virtuales desechos, ya que no podrían dar origen a un nacimiento en caso de ser implantados.