Pero, por encima de todo, quien está quemando Catalunya, es el Estado español. Partimos de la arrogante negativa a la petición razonable de autogobierno con el Estatut allá en 2006 y seguimos con la negativa y represión de un Referéndum que, hace sólo 5 años, probablemente habría perdido el independentismo. Todo pudo quedar ahí. Pero no, mandaron a una horda de antidisturbios montados en un barco de los Looney Tunes a destrozar a nuestras abuelas. Encarcelaron a un Gobierno que, por una vez, consultaba a la gente sobre sus deseos...