España es una dictadura de facto. Los ciudadanos, hoy, tienen mucha menos libertad y menos derechos que en épocas infaustas del pasado reciente, en el que declarados dictadores procuraron controlar con severo rigor nuestras vidas. Silenciosamente, y con el pretexto de una pandemia que parece producir en España daños que pocos o ningún otro país del mundo produce, se ha implantado de hecho un régimen autoritario que nos ha robado nuestro bien más preciado: la libertad.