El polémico Toni Albà, además de cómico de factura discutible, tiene otra actividad menos conocida por el común de los mortales, la restauración. En 2016, junto con sus hermanas María Nuria, Natalia y Montserrat, se hizo con la gestión del afamado Peixerot, situado en el paseo marítimo de Vilanova i la Geltrú, que marcó toda una época por la calidad de sus pescados y mariscos.