Mientras la prensa celebra la victoria en primarias de la candidata demócrata, una sórdida batalla jurídica se desarrolla en la sombra. El FBI, el Departamento de Estado y un juez federal confirmaron la existencia de delitos expuestos en la noticia. Hillary Clinton debería haber sido arrestada esta semana. Bernie Sanders, el otro candidato creía que Clinton iba a ser arrestada antes de la convención del partido y por esa razón que decidió seguir adelante con su propia campaña, a pesar de que no contar con suficientes delegados.