Las grandes petroleras que operan en España denuncian la existencia de un fraude millonario en el negocio de la distribución de carburantes. Las estimaciones de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) –que agrupa a Repsol, Cepsa, BP, Galp y Saras- apuntan a que el fraude se sitúa cada año entre los 270 y los 540 millones de euros (entre un 3% y un 6% del negocio total del sector). La Agencia Tributaria calcula, por su parte, que sólo el fraude por el impago del IVA podría alcanzar los 300 millones al año.