La enemistad cimenta la familia Le Pen. Cada uno de sus miembros parece detestar a los otros. El padre, el viejo Jean-Marie Le Pen, lleva 18 años sin hablar con su primogénita Marie-Caroline. La hija pequeña, Marine, candidata a la presidencia de la República Francesa, ha expulsado a su padre del partido que fundó. Son solo dos ejemplos de la turbulencia que agita a los Le Pen, quienes, sin embargo, permanecen extrañamente unidos en torno al Frente Nacional (algunos lo llaman Frente Familiar) y al castillo de Montretout.