El Papa Francisco realizó una denuncia feroz del capitalismo moderno en la noche del jueves, describiendo la "búsqueda sin restricciones de dinero" como el "excremento del diablo" y acusando a los líderes mundiales de "cobardía" por negarse a defender la tierra de la explotación. En declaraciones a grupos de base en Bolivia, el Papa apeló a los pobres y marginados a levantarse contra el "nuevo colonialismo", incluidas empresas, agencias de crédito, tratados de libre comercio, medidas de austeridad y "la monopolización de los medios."