El abordaje de la violencia sexual, asegura Mary Bolaños, no tiene que ser exclusivamente judicial, como ahora ocurre, sino que «pasa fundamentalmente por establecer las condiciones educativas y sociales para que cada persona sea dueña de su biografía sexual y afectiva, sin imposiciones y que asuma que cuando una relación involucra a otra persona, esta debe consentir de forma libre y expresada claramente». Hay que «ir sobretodo a elementos preventivos». Y eso pasa, dice Mary Bolaños, por «coeducación y educación afectivo sexual».