Estos días nos cuentan lo bien que desinfecta el Ejército, y un poco la Guardia Civil y la Policía: todos los días nos pasan el parte del número de residencias, hospitales, calles,... desinfectadas por estos cuerpos. Pero no se menciona tanto que la mayor parte de la limpieza la están haciendo otras personas mucho más anónimas e invisibles y con unos contratos mucho más precarios. No sólo ahora, durante esta crisis sanitaria, sino todos los días, los servicios de limpieza son los más olvidados.