No hay ningún brocardo más famoso en Derecho para simbolizar la necesidad de la independencia de los jueces frente a los justiciables que aquella frase de que “la mujer del César no solo tiene que ser honrada sino, además, parecerlo" (...) Gracias a los votos del PP, Concepción Espejel fue nombrada vocal del Consejo General del Poder Judicial, donde votó sistemáticamente con la postura del partido que la había promovido. El 28 de febrero recibió la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, que le impuso Dolores de Cospedal.