Cuando en España surgió un partido de ultraderecha acabó reducido a un chiste, y cuando nacieron colectivos que pretendían dar ayuda sólo a españoles, los vecinos y las instituciones les dijeron que no engañaban a nadie con su piel de cordero. No sabemos qué va a pasar en estas elecciones, pero sí sabemos lo que no va a pasar. Esta noche, cuando los cuatro principales líderes políticos celebren sus resultados (ya sabéis, siempre ganan todos), ninguno de ellos será nuestra Marine Le Pen, nuestro Donald Trump, nuestro Viktor Orban.