El rey Alberto de Bélgica se niega a someterse a las pruebas de paternidad que le exige la Justicia. El monarca, que tiene 84 años y abdicó hace seis en su hijo Felipe, ha decidido llevar el caso ante el Tribunal de Casación, las más alta instancia judicial del país. Hace unos meses, el Tribunal de Apelación de Bruselas le ordenó que se sometiera a una prueba de DNA para dilucidar si es o no el padre biológico de Delphine Boël, hija de una baronesa que fue amante del rey Alberto a finales de los años sesenta del siglo pasado.