Los festivales de música son un terreno vetado para las mujeres. No como público asistente, ni tampoco como consumidoras de cultura. Lo es para las mujeres artistas. Mientras que para la promoción de dichos eventos se potencia el perfil femenino, en especial en las campañas publicitarias, entre los nombres de las artistas apenas se encuentran mujeres. Solo hay que echar un vistazo a las páginas webs y galerías de fotos para observar la cantidad de mujeres que se utilizan como reclamo para los asistentes..