Leonor irá a un colegio de cuento, pero su propia historia está por escribir y, de momento, arranca con los renglones torcidos. Los que escribe Juan Carlos I, un exmonarca investigado que no asume su realidad ni sus consecuencias sobre la Corona residiendo en un país como el emiratí, aireando su malestar con Felipe VI y siendo una rémora para su nieta. La princesa necesitará algo más que un estandarte, una armadura y un brillante currículo para enderezar un relato donde el rey emérito en el exilio, su propio abuelo, representa una amenaza