La única solución que les ofreció la Policía fue acudir al mostrador de la aerolínea, poner una reclamación y cambiar la fecha del vuelo. Pero, para sorpresa de la pareja (y de todos), los responsables de Ryanair dijeron lo siguiente: "la supervisora ha bloqueado su viaje porque asegura que han sido 'agresivos'".Es decir, ellos habían quedado como "culpables" a ojos de la compañía, no tenían posibilidad de cambiar el vuelo y habían perdido el dinero de los billetes. Simplemente por ser una pareja homosexual.