Como todas las Navidades desde 2010, este cronista se siente obligado a recordar que este personaje existe en España, en Galicia, donde el nacionalismo ha recreado el Apalpador para sustituir entre los niños a los “extranjeros” Papá Noel-Santa Claus y los Reyes Magos. Es un carbonero de aspecto sucio, grosero y desarrapado que manosea secretamente la barriga a los niños “para comprobar si están bien alimentados”, y regalarles después castañas calientes.