"La recuperación del urogallo requiere enfrentarse de cara a las mentiras de su extincionismo provocado, como también sucede con nuestros salmones. El ecologismo prohibicionista tiene vedada la autocrítica. [...]Le ayuda el establishment oficial que no quiere aceptar lo obvio: que desde 1979 en que se estableció la veda total del urogallo en España -es decir, sin cazadores, sin guardería y sin las rentas de su caza en los pueblos- empezaron a proliferar libremente los depredadores del urogallo y de sus nidos en el suelo, como zorros, jinetas"