Este sábado se cumplen 19 años del mayor ataque terrorista que ha sufrido España en su historia. Aquel 11 de marzo de 2004, 11 bombas colocadas estratégicamente en cuatro trenes por un grupo terrorista islámico cambiaron la historia de España. 192 muertos y alrededor de 2.000 heridos. Y todas las víctimas colaterales provocadas. Madres, padres, hermanos. Ante este hecho, Madrid prepara una serie de actos conmemorativos en honor a las víctimas de tal nefasto hito de la historia reciente española.

La pregunta es interesante porque nos permite cuestionarnos la naturaleza misma de este proceso mental tan importante en nuestra vida. La memoria no es un registro preciso y mucho menos literal de la realidad, ni tampoco un archivo histórico del pasado. No es reproductiva sino reconstructiva: abstrae, resume, esquematiza, construye y generaliza desde el momento de la adquisición de la información. Tan pronto como leemos o escuchamos un texto, olvidamos gran parte de las palabras concretas que se utilizaron. Así destilamos la esencia del mensaje

El portavoz jeltzale le ha dicho durante su réplica en la sesión de investidura que “no ha renunciado a una mayoría” porque “nunca la ha tenido”. “Hay una ballena en la piscina. Los 33 votos de Vox son imprescindibles. Además esos 33 votos seguirían siendo imprescindibles durante la legislatura. La ballena tiene un tamaño imposible de esconder”, ha dicho Esteban desde la tribuna. “Tiene que empezar descontando 33”, ha zanjado.

Hace más de 20 años, una topadora israelí aplastó hasta la muerte a Rachel Corrie. Rachel era una mujer estadounidense de 23 años que dedicaba su tiempo a defender los derechos de los palestinos. El 16 de marzo de 2003, se paró frente a una casa palestina en Rafah, con el objetivo de evitar que una topadora israelí la destruyera. Llevaba un chaleco naranja brillante y gritaba por un megáfono tratando de persuadir al conductor para que se detuviera. El bulldozer la atropelló. Israel afirmó que fue un accidente. Su familia nunca recibió justicia.

La vida en todo Israel se detuvo el lunes por la mañana cuando sonó una sirena de dos minutos de duración para marcar un momento de silencio por el Día de Conmemoración del Holocausto. Seis millones de judíos fueron asesinados por el régimen nazi y sus aliados en el Holocausto entre 1933 y 1945.