¿Prohibición? Dejen volar las encuestas como altas bandadas, dejen a las encuestas trepar como hiedra maligna hasta las mentes de los electores: esas conciencias civiles, votadoras, ahogadas espectadoras de ahogados telediarios, constituyen el último reducto a conquistar por el Poder, la postrera ramita de canela. Ese es el juego y no otro, no nos hagamos a estas alturas los ofendidos.