El detonante de las discrepancias se produjo este lunes, cuando Javier Fernández pactó con Miquel Iceta, primer secretario del PSC, la creación de una mesa bilateral para revisar los términos de la alianza histórica que ambos partidos cerraron a finales de los años 70. Este acuerdo, que se gestó al margen de la propia gestora, del Comité Federal y, por lo tanto, de la militancia. Un bando está controlado por Javier Fernández y Susana Díaz. El otro lo conforman el resto de los miembros.
