Los inversores extranjeros han dado la espalda a Cataluña y, con toda probabilidad, el proceso soberanista impulsado por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que prevé convocar este sábado la consulta del 9-N, tiene gran parte de la culpa. En el segundo trimestre de este año, Cataluña ha recibido un 66 por ciento menos de inversión foránea que en el mismo periodo del año pasado, pasando de 787 a sólo 267 millones de euros, según los datos del registro de inversiones del Ministerio de Economía y Competitividad.