El consejo de ministros va a privar a Felipe VI del inmenso honor de asistir a la francachela de indocumentados que va a aprobar la ley del aborto. Pobre chaval, tan preparao como está. Ver cómo se aprueba esa ley le enseñaría a nuestro joven rey muchas cosas sobre la mujer, sobre su mujer, y sobre la libertad de las mujeres. Y después, una vez aprobada la ley, nos vamos de putas. Como haría papá.