Hoy no. Hoy no hay espacio para el humor, ni para la ironía, ni para bromas que resultarían vocacionalmente patéticas. No caben en días como estos. Quizá tenga más espacio el silencio, una mirada al cielo, un momento de introspección frente al vacío. Hoy no. Por favor. No tengo el cuerpo para desalmados que desconocen…