La figura de Albert Rivera Díaz (Barcelona, 1979) sale de los residuos de la Transición y es la espoleta que, desde hace ya algunos siglos, hunde el Estado español de manera cíclica. Hasta la última guerra civil, la fuerza residual de Espanya la constituía, en gran parte, el pueblo llano catalán, el que aguantó la guerra del Segadors, la guerra de Sucesión, las Bullangues y las guerras carlistas; el que hizo possible la Revolución Gloriosa, la Primera República, el fin del bipartidismo canovista y el 14 de abril de 1931...