Un incendio consumió un autobús en una calle de Ibiza la semana pasada. Nadie había resultado herido y los bomberos se disponían a encargarse del suceso. Pero las cosas se agravaron cuando unos vecinos intentaron por su cuenta apagar las llamas con agua. Craso error: el fuego acabó quemando seis turismos y siete motos más.

El capitán de un barco de carga ruso desvió su rumbo y se estrelló contra un concurrido puente de Corea del Sur, estando ebrio. El Seagrand de 6 mil toneladas chocó con el costado del Puente Gwangan en Busan, en el sureste del país. Ha hecho un boquete de 5 metros. Posteriormente, el capitán intentó girar y desocupar el área antes de ser detenido por la Guardia Costera. También golpeó un crucero amarrado 40 minutos antes del accidente. Los funcionarios también investigan por qué el barco estaba allí cuando debería ir en dirección contraria.

Victoria Alfaro, vecina de Gijón, denuncia que la semana pasada fue sancionada, injustamente a su juicio, por aparcar en la parada de salida del bus turístico, cuyo servicio finalizó el 19 de septiembre. ¿Una señal fija de prohibido aparcar mantiene su vigencia aún después de que la circunstancia que motivó su instalación desaparezca? Esta es la pregunta que se hace Victoria Alfaro, vecina de Gijón, quien denuncia un episodio cuanto menos «curioso» que le ha sucedido hace apenas unos días. En este caso todo tiene que ver con la interpretación..