Seguramente que tú, como yo, conoces casos de ancianos, enfermos e impedidos que no pueden salir de su casa, o tienen que estar postrados en una cama o en un sofá, porque no pueden acceder a una silla de ruedas al no poder pagar los precios carísimos que cuestan. Por eso esta imagen clama aún más al cielo. Se trata de una silla de ruedas arrojada al contenedor de basura del Centro Materno-Infantil en el Parque de Invierno, en Oviedo. Es una lástima que una silla de estas características, que podrían haberla donado a organizaciones benéficas o a