España, hasta ahora, había tenido la suerte de ser uno de los pocos países desarrollados sin un partido anti-inmigración*. Me temo que gracias a Pablo Casado, y al inevitable oportunismo de Ciudadanos, esto va a cambiar rápidamente. Es una actitud enormemente, increíblemente irresponsable. Lo es porque la inmigración es, según básicamente toda la evidencia empírica que tenemos, algo enormemente beneficioso para el país receptor, así que como programa político es extraordinariamente estúpido. Lo es también desde el punto de vista social.