La Liga de Fútbol Profesional (LFP) de Francia anunció hoy el aplazamiento de dos partidos este fin de semana a petición de las prefecturas regionales (Nantes-Montpellier y Niza-Saint-Étienne) por “razones de actualidad y por la asignación de las fuerzas del orden a otras misiones”. La prefectura de Loira-Atlántico pidió aplazar el encuentro entre el Nantes y el Montpellier, que debía jugarse este sábado, ya que las fuerzas del orden se encontrarán desplegadas en otras misiones.

Se ha producido en Avignin. Se trata de la quinta muerte relacionada con el movimiento de protesta en Francia

Un joven de 23 años ha fallecido atropellado por un conductor de un camión, que ha sido detenido, en una rotonda de Avignon, Francia. El joven formaba parte de un grupo de 'chalecos amarillos', el movimiento que protesta en Francia por la desigualdad y el encarecimiento de los servicios esenciales como la luz o el alquiler.

Lista con las 42 reivindicaciones que plantean los chalecos amarillos a Macron

Emmanuel Macron, hoy presidente de Francia, es presentado a menudo como un Rothschild Boy. Ciertamente lo es, pero no es eso lo más importante. Emmanuel Macron le debe su campaña electoral principalmente a Henry Kravis, jefe de uno de los mayores emporios financieros de la globalización, y a la OTAN. Esa onerosa deuda hace hoy aún más difícil la solución de la crisis de los “Chalecos amarillos”.

Las autoridades francesas están preparando un dispositivo de seguridad ante las convocatorias de protesta de los 'chalecos amarillos' del próximo sábado para evitar que se reproduzcan los disturbios de las últimas semanas, y en París ese despliegue será similar al del pasado día 8. El prefecto de policía de París, Michel Delpuech, explicó en una entrevista a la emisora RTL que el dispositivo será "parecido al de la semana pasada", cuando hubo 8.000 agentes de las fuerzas del orden, apoyados por camiones con mangueras de agua a presión e incluso

Las protestas protagonizadas por los ‘chalecos amarillos’ en las últimas semanas han provocado el hundimiento de la actividad privada en Francia, arrastrando sus indicadores adelantados a territorio contractivo por primera vez en los últimos dos años y medio, según refleja el dato preliminar del Índice Compuesto de Gerentes de Compras (PMI), que ha bajado hasta los 49,3 puntos desde los 54,2 de noviembre.

Francia encara el quinto sábado consecutivo de protestas desde que el movimiento de los 'chalecos amarillos' tomara las calles, dejando cifras de centenares de heridos y miles de detenidos hasta ahora, tras el prólogo de la huelga general que vivió el país este viernes. Por el camino, el presidente de la República, Emmanuel Macron, ha defendido unas medidas que después ha tenido que admitir que demoraría al menos seis meses y ofrecer respuestas a través de disposiciones económicas a una masa social descontenta, a quien de momento parece que no.

Estas movilizaciones, convocadas por la Coordinadora en Defensa de las Pensiones, que se han celebrado simultáneamente en más de 200 ciudades de todo el país, han reclamado unas pensiones "públicas y dignas" con la vista puesta en el "presente y pasado". La mayoría de los participantes en la protesta han vestido chalecos amarillos como "emulación de los franceses".

Un conductor se ha convertido en la séptima víctima mortal desde el inicio hace cinco semanas de las movilizaciones de los 'chalecos amarillos en Francia, al estrellar su vehículo contra un camión detenido por un retén de los manifestantes levantado en la localidad belga de Erquelinnes, en la frontera con Francia.

Los chalecos amarillos luchan contra un impuesto que ya no sirve para repartir la riqueza sino para bombearla hacia arriba. Pese a que se ha hablado mucho de los elementos de extrema derecha entre los chalecos amarillos, su presencia —inevitable— no es hegemónica.

Las reivindicaciones de los chalecos amarillos demuestran que la nueva falla política no está en la diferencia entre derechas e izquierdas sino entre las elites urbanas y los relegados a la periferia.

Las fuerzas de seguridad francesas están listas para asfixiar el centro de París con un arma química de 'último recurso' en un intento por mantener a los manifestantes lejos de los edificios clave. Las asombrosas revelaciones sobre el debilitante polvo, que puede extenderse por un área del tamaño de seis campos de fútbol en solo diez segundos, ponen de relieve la creciente desesperación de la administración del presidente Emmanuel Macron cuando se enfrenta a una crisis de ley y orden.

Análisis de la situación en Francia.

Alain de Benoist: "o que encuentro más llamativo es la continuidad del movimiento. Mientras que el gobierno se esperaba que la presión se aliviase, no se han relajado nada. Es el fruto de una determinación extraordinaria, a lo que se le añade una madurez sorprendente. No sólo los Chalecos Amarillos rechazan definirse a sí mismos en términos de “Derecha” o “Izquierda”, no sólo hacen sus cosas sin preocuparse lo más mínimo sobre lo que piensen partidos y sindicatos, sino que además no caen en las trampas de los periodistas".

"La respuesta ciudadana que se ha dado hasta ahora no se opone a los acuerdos climáticos en sí, se opone a un sistema que hace pagar los platos rotos a los de siempre. La solución pasa por unir la lucha por la justicia social con la lucha por la justicia climática" Las organizaciones ecologistas del mundo y también los sindicatos trabajan en torno al lema de que no habrá trabajo en un planeta muerto. La solución no pasa por suprimir los impuestos verdes sino por no dejar a nadie atrás o aislado contra el cambio climático

La revuelta de los chalecos amarillos en Francia es solo el tráiler de la película de la crisis ecosocial que lo va a cambiar todo en las próximas décadas. El siglo XXI se va a caracterizar por un profundo ajuste de cuentas entre la civilización moderna y los límites biofísicos de la Tierra, del que solo estamos viendo sus primeras consecuencias. Desde el inicio de la revolución industrial, y especialmente durante los últimos 40 años, el crecimiento económico nos ha llevado a una situación de extralimitación ecológica.

Dos ciudadanos de origen marroquí se han personado este mediodía en el Decathlon de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra y han mostrado interés en adquirir chalecos antibalas, una prenda que únicamente se vende en establecimientos autorizados y a personas que tienen la correspondiente licencia. Los responsables del establecimiento han respondido a los potenciales clientes que en la tienda no hay este tipo de productos, lo que ha provocado que los visitantes regresaran por donde habían venido

Las redes sociales, fueron la plataforma utilizada por grupos de ciudadanos de todo el país para crear un movimiento inspirado en los chalecos amarillos de Francia. Las diversas manifestaciones, bajo el lema "Paremos Portugal", se han previsto ya este viernes y ha puesto en alerta a las autoridades. Los organizadores aseguran que son un grupo pacífico, que pretende alertar sobre los problemas del país. Divulgaron una misiva que presenta sus ocho reivindicaciones, donde exigen aumentos en varias áreas y también la lucha contra la corrupción.

La jornada de protestas convocada por el movimiento de los "chalecos amarillos" en Portugal comenzó hoy con escasa incidencia salvo en puntos aislados, como en la ciudad de Braga, donde varios accesos se mantienen bloqueados. En Lisboa, la situación de las principales arterias es de normalidad, aunque en las próximas horas se espera una manifestación en el centro. En Oporto, una concentración de decenas de manifestantes en el nudo de la zona de Francos ha provocado problemas de tránsito y ha obligado a buscar rutas alternativas.

Ahora que este grupo ha conseguido conquistar el escenario político francés, el movimiento se está exportando a otros países vecinos. Aunque con modestos resultados.

La lucha de clases, de la que la rebelión de los chalecos amarillos franceses forma parte, es como un río cársico que cuando parece hundirse en la arena reaparece en la superficie más tarde y a distancia porque mientras existan las clases explotadoras y la opresión será inevitable la resistencia de los explotados y su búsqueda de una alternativa social.

El gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron, está tomando medidas contra los ejecutivos que evitan pagar impuestos en Francia como parte de los esfuerzos para sofocar a los manifestantes de los chalecos amarillos. El gobierno francés está analizando la situación fiscal de los líderes empresariales y tomará medidas para obligarlos a pagar sus impuestos en Francia si es necesario, dijo el ministro de Presupuesto, Gerald Darmanin, al diario Journal du Dimanche.

La policía detuvo a uno de los líderes del movimiento antigubernamental francés Gilets Jaunes por organizar una protesta no autorizada, mientras las autoridades adoptan un enfoque más estricto para tratar de frenar las manifestaciones. El abogado de Eric Drouet calificó la detención como "totalmente injustificada y arbitraria". Señaló que Drouet tenía la intención de poner velas en la Plaza de la Concordia en París y luego reunirse con otros compañeros en un lugar privado.

La revuelta que los llamados “chalecos amarillos” protagonizan desde el 17 de noviembre ha despertado la simpatía y una cierta comprensión de una mayoría de ciudadanos franceses. Pocos hasta ahora, incluidos periodistas, se han atrevido a denunciar la deriva violenta, complotista, antijudía y filofascista de muchos de los protagonistas del movimiento de protesta.