Los políticos que presuntamente formaban parte de la trama desarticulada en la 'operación Púnica', entre los que se encuentra el exsecretario general del Partido Popular de Madrid Francisco Granados , cobraban supuestamente comisiones de hasta el dos y el tres por ciento de cada contrato, según informaron fuentes jurídicas. La trama, que habría intervenido en contratos por valor de 250 millones de euros tenía el objetivo de conseguir el lucro personal de los políticos implicados, pertenecientes a tres partidos distintos: PP, PSOE u UDMA.