Si en su afán por boicotear y hundir el Orgullo, Ana Botella ha intentado convertir el barrio de Chueca en un nuevo Madrid Arena, ha estado cerca de conseguirlo. ¿Habéis ido alguna vez a una fiesta de barrio con coches aparcados al lado de las barras de gallinejas o del tiovivo? ¿Habéis visto alguna vez, en una fiesta de barrio, pasar coches, motos y hasta camiones de limpieza, entre los que juegan al bingo para conseguir una muñeca chochona? No a todo, ¿Verdad? Pues en Chueca, anoche, fue un rotundo sí a todo.

El plan de Ana Botella para solucionar los problemas económicos de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) vendiendo pisos sociales de forma masiva ha tropezado con los tribunales. De momento seis sentencias judiciales dan la razón a los inquilinos que, a través de la asociación de vecinos ‘Yo no me voy’, se han enfrentado en los juzgados a la EMVS que les había ordenado desalojar sus viviendas después de no prorrogar sus contratos.

En 2007, Ana Garrido Ramos trabajaba como técnico del Ayuntamiento de Boadilla del Monte. Cansada de ver cómo se amañaban concursos públicos y licitaciones en el municipio e indignada por la sospecha de que varios miembros de ese Ayuntamiento, incluido su alcalde, estaban implicados en tramas de corrupción, empezó a elaborar un dossier para reunir…

No va a repetir como alcaldesa. Ana Botella ha comunicado a las cinco de la tarde en el Palacio de Cibeles, en una comparecencia pública donde no se han aceptado preguntas, que renuncia a ser la candidata del PP al Ayuntamiento de Madrid en las elecciones municipales que se celebrarán dentro de nueve meses. La sucesora de Alberto Ruiz Gallardón tira la toalla un día después de que su gestión volviese a ponerse en cuestión tras el fallecimiento de un varón de 72 años al caerle un árbol encima.