En lo que afecta a nuestro Modelo Social Europeo, las últimas evoluciones de la mundialización económica han reducido la escala de sus alternativas sistémicas a dos: a) la adopción de un modelo de individualización re-mercantilizadora, característico del neoliberalismo anglo-norteamericano, o b) la asunción de un tipo de neoesclavismo laboral distintivo del modelo asiático emergente. Si respecto al primer modelo, más afín a los antecedentes históricos y los presupuestos políticos de los países europeos, se propone una renovación capitalista...