El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió ayuda al Congreso para acelerar la deportación de niños centroamericanos no acompañados tras la "crisis humanitaria" provocada por la llegada a la frontera de más de 52 mil menores solos. En una carta a los líderes de las dos ramas legislativas, Obama recordó que en los últimos ocho meses aumentó considerablemente el número de menores centroamericanos que son detenidos por la patrulla fronteriza cuando tratan de entrar ilegalmente, sobre todo en el valle de Río Grande.