Tanto decir que tiende la mano a izquierda y derecha, para luego quedar sólo con la derecha, e incluso pactar cosillas así, por lo bajini, como si fuera gratis, ya huele. Con los otros, los radicales, pasa como el señor Marshall en la película, a toda castaña, saludando con la mano mientras desde la ventanilla les conmina: “espero vuestro voto, chicos, si no vais a quedar fatal con los medios de comunicación, dirán que habéis traído al PP”. Con Ciudadanos están más cómodos, no les van a exigir el cambio, han venido a evitarlo.