Una nueva tendencia de mujeres radicales se ha establecido con éxito en algunos países. Su imagen no disimula la xenofobia que promueven. “Todos los combatientes palestinos son enemigos, y sangre debe rodar sobre sus cabezas. Deben morir sus madres, quienes enviaron a estos mártires al infierno, y deben arder sus casas para que ninguna otra serpiente sea criada allí”. Estas palabras, publicadas a principio de este año en su página de Facebook, muestran el talante de la ministra de Justicia de Israel, Ayelet Shaked.