“Los jóvenes de hoy son unos vagos, ya no quieren estudiar como antes”, se escucha decir a menudo. Y hay una parte de razón en esto. Pero pensémoslo detenidamente, ¿por qué iban a querer hacerlo? La enseñanza se ha quedado varada en el Siglo XIX, sigue basándose fundamentalmente en la acumulación de datos. Hoy en día las nuevas generaciones tienen todos los datos a su disposición, a un golpe de click y en formatos mucho más atractivos que aquel en que pueda expresarse su esforzado profesor o profesora. ¿Por qué iban a querer estudiar?