Irene Montero tiene el COVID-19 y asistió el pasado domingo a la manifestación feminista. Pese a que en Italia habían establecido fuertes medidas de contención y a que en España se habían diagnosticado cientos de casos, el Gobierno autorizó la 'marcha' porque consideró que no existía un especial riesgo para la salud pública, pese a que era evidente que podría convertirse en un enorme foco de contagio. Unas horas antes de su celebración, Sanidad lanzó un aviso de que, quien tuviera fiebre, mejor se quedara en casa.