El primer error del anuncio es que nos presenta a una señora que, supuestamente, está un poco senil y que tiene delirios cuando todo apunta a que la mujer está perfectamente cabal y que la edad le sienta muy bien. Pese a esta evidencia, la gente de su entorno se empeña en demostrar todo lo contrario, que se trata de una pobre loca que deben ayudar. "Ayudar", este es el peor verbo del mundo, la condescendencia en su máximo nivel, la tolerancia y el creer que una forma de entender el mundo está por encima de otra que, hay que reconducir.