Uno de los momentos de gloria de su mandato –la organización de la Copa del América- será la pesadilla de su sucesor en el Ayuntamiento. El Consorcio Valencia 2007, el organismo que gestiona el recinto construido en 2005 junto al puerto, es inviable. Debe 420 millones, hasta ahora ha acumulado pérdidas todos los ejercicios y no hay previsión de que pueda generar ingresos para devolver el dinero a los prestamistas, básicamente el ICO, un banco público. Las obras fueron financiadas gracias a la intervención del gobierno de Rodríguez Zapatero.