Tras diez días de internación en el Pami II de Rosario falleció un símbolo de la lucha de la ciudad: la madre de Plaza de Mayo Herminia Severini. A los 88 años dejo de latir su corazón, dejando un repique eterno en miles de otros corazones convencidos, por su enseñanza constante, de que la única lucha que se pierde es la que se abandona. El pasado viernes por la mañana falleció una luchadora sin precedentes, una mujer de fuerza incansable, una madre de búsqueda eterna de su Adriana, una guerrera de pañuelo blanco y puño en alto