Antes que Marx y Engels, una mujer escribió sobre la necesidad de la unión obrera y defendió los derechos de las mujeres trabajadoras, esclavas en la sociedad moderna. Una fuerte pulsión por la libertad la llevó a atravesar océanos, cruzar los Andes, compartir tertulias con socialistas utópicos y dedicar los últimos años de su vida a la organización de la clase trabajadora en Francia. Dotada de una gran fuerza de voluntad y dispuesta a no dejarse dominar por nadie. “Si quieres, puedes”, era uno de los lemas que guiaba su vida.