El acusado asegura que “son gestos que le salen naturalmente y que trata de controlarlos”. Ha sido declarado culpable de un delito continuado de abusos sexuales al pago de 18 meses de multa con una cuota diaria de 6 euros (3.240 euros), así como a que indemnice al afectado en la suma de 1.500 euros por daños morales y al pago de las costas.