El conductor fue sorprendido por los agentes de policía coruñesa a las 22.30 horas en la rotonda de Outeiro a la altura de la avenida de Arteixo al notar en él unos signos de embriaguez más que evidentes. El hombre, de 30 años de edad, multiplicó por siete la tasa de alcoholemia permitida, concretamente 1,70 ml de alcohol por litro de aire espirado, aunque en la segunda prueba dio algo más, 1,74 ml. Una cifra que hasta ahora no se había registrado en Galicia y que aparece en los primeros puestos de nuestro país en los últimos años.