Básicamente —y como detallan en Motor Pasion— las baterías de estado sólido son una evolución de las de iones de litio que podemos encontrarnos hoy en VE como los de Tesla, aunque, eso sí, con mejoras importantes. La clave reside en el electrolito que utilizan. En las de iones de litio es un líquido y en las nuevas que intentan sacar adelante marcas como Nissan, un material sólido. Por ejemplo, nanohilos de oro envueltos en manganeso e inmersos en gel o electrolito de cristal. Puede parecer un cambio menor, pero es clave para los coches.